En nuestro post del 21 de abril comentamos las ventajas de una Economía Circular y la necesidad de que todos participemos en ella de manera activa; hoy queremos profundizar un poco más, y para ellos vamos a hablar del tiempo que tardan en descomponerse los diferentes tipos de residuos que generamos, y como una gestión correcta nos permite reaprovechar estos residuos, evitando por un lado dañar el planeta y por otro generar empleo.
Tiempo que tardan en descomponerse los residuos
En el día a día y a lo largo de él, a nivel particular vamos generando gran cantidad de residuos sin darnos cuenta, el tetrabrik del zumo, el plástico de las galletas, el vidrio de una cerveza, la lata de un refresco, un chicle, un cigarro, los pañales del niño,… y de la misma manera, a nivel industrial, en cada sector se producen residuos diferentes; el material de embalaje de la materia prima que se utiliza en la producción, y que posteriormente protege los productos para su distribución, el cambios de aceites en las maquinas, los retales de chapas, de plástico, de maquetas, de telas,… que se utilizan en su producción sectores como el del automóvil, el naval, y textil entre otros, el escombro de las obras de construcción y de las reformas de edificios,… residuos todos ellos con procesos de descomposición muy lentos, incluso hasta alcanzar los 4.000 años
Ha continuación os dejamos diferentes referencias del tiempo que tardan en descomponerse algunos de estos materiales:
- Los desechos orgánicos tardan sobre unas 4 semanas en degradarse gracias a los organismos existentes en el suelo.
- El papel, compuesto básicamente por celulosa tarda en degradarse sobre 1 año.
- Las colillas tienen los filtros hechos de acetato de celulosa, lo que hace más difícil su desintegración, que puede llegar hasta los 2 años.
- El chicle, que por acción del oxígeno se vuelve duro inicialmente, después se va desquebrajando hasta desaparecer, este proceso dura sobre 5 años.
- Las lastas, en su mayoría de aluminio están recubiertas de barniz y de estaño; para su descomposición se necesita unos 10 años, tiempo que el óxido tarda en cubrirla totalmente hasta su desaparición.
- Los vasos desechables de polipropileno o poliestireno también tardan 10 años en degradarse, hasta convertirse en moléculas invisibles, pero presentes.
- Los envases tetrabrik compuestos por celulosa, polietileno y aluminio tardan en descomponerse sobre 30 años.
- El plástico (una bolsa, el plástico de embalar, las botellas, los muñecos) necesitan un proceso de descomposición entre 150 y 300 años, y no llegan a desparecer del todo, siendo en gran parte el origen de las islas de residuos plásticos que se están generando en los océanos.
- Unos pañales tardan entre 300 y 400 años en descomponerse, debido a su composición que incluye además de plásticos, polietileno, elásticos y adhesivos.
- Unas pilas pueden tardan en degradarse entre 500 a 1000, y tienen el riesgo de que si no se gestionan adecuadamente pueden ser muy contaminantes. Las pilas tienen una capa protectora que las recubre, que evita que se le liberen los metales que contiene (mercurio, zinc. Aire, óxido de plata) que son altamente contaminantes y muy nocivos para los seres vivos; a modo de ejemplo una pila de mercurio (el más nocivo) puede contaminar sobre 600.000 litros de agua.
- Las botellas de vidrio, se estima que tardan en descomponerse unos 4.000 años, pueden romperse en pedacitos, pero estos tardan miles de años en descomponerse.
Conseguir que estos materiales sean reutilizables y tengan una nueva vida, bien sea para dar el mismo servicio, como para utilizar en otras industrias, nos permite cuidar y mantener nuestro planeta.
Un mejor aprovechamiento de los recursos naturales
Mediante la gestión, recogida y tratamiento de los residuos que proceden de la industria y de los hogares se consigue reaprovechar todos esos residuos (envases, latas, plásticos, vidrio, madera, residuos orgánicos,..) Preparándolos para ser nuevamente utilizados por la industria, tanto para cumplir la misma función, como para ser utilizados como materia prima en cualquiera de los diferentes sectores. La reutilización de estos materiales evitar la necesidad de recurrir a la tierra para extraer nuevamente recursos naturales; prolongando a si la vida de los materiales y optimizando los recursos que nos ofrece el planeta.
Generación de empleo
Para poder llevar a cabo una economía circular eficiente, como ya comentamos en nuestro anterior post, es necesario invertir capital humano, para la investigación de componentes biodegradables, para la elaboración de nuevos materiales, para el diseño y de desarrollo de nuevos formatos de envases que permitan su reutilización o faciliten su valorización para convertirlos en materiales nuevamente utilizables, en la creación de nuevos modelos de negocio que permitan un mejor aprovechamiento del uso que le damos a los productos, materiales; para el estudio y desarrollo de nuevos sistemas de gestión que permitan cada día un mayor aprovechamiento de los residuos hasta que se consiga valorizar el 100% de ellos; y para todo el desarrollo y su puesta en marcha, que todos los días habrá que llevar a cabo para que la economía circular funcione correctamente.
Si tenemos en cuenta la tasa de desempleo que existe en estos momentos, podemos decir que se están perdiendo muchísimas horas de trabajo; sin embargo, de una manera reestructurada, todas estas horas de trabajo podrían ser empleadas en la valorización de los residuos para su posterior reutilización; en vez de consumir los recursos que nos ofrece la naturaleza, recursos que son limitados y necesarios para nuestra propia salubridad; de ahí la importancia de la Economía Circular.